Ubicada en Usera, la construcción, con estructura de madera y demanda energética casi nula, contará con 17 viviendas y varios espacios comunes
Madrid, 10 de octubre de 2018. La cooperativa de vivienda ecosocial Entrepatios acaba de arrancar con las obras del primer edificio ecológico en derecho de uso de Madrid capital. El grupo de Las Carolinas, una de las tres promociones con las que cuenta en la actualidad Entrepatios, aspira a levantar un edificio con estructura de madera y demanda energética casi nula que contará con 17 viviendas y varios espacios comunes.
Construir un modelo inmobiliario alternativo que no permita la especulación, basado en criterios sociales y ambientales, constituye uno de los objetivos fundamentales de este proyecto, que cuenta con una segunda promoción que ya está diseñando otro edificio en Vallecas y una tercera a la búsqueda de solar.
El edificio responde a los criterios de una arquitectura para mitigar el cambio climático, con niveles máximos de eficiencia energética. Se trata del primer edifico de vivienda colectiva en derecho de uso en España que combina el estándar passivhaus de vivienda, la estructura de madera (madera laminada cruzada -CLT, por sus siglas en inglés) y la generación de energía fotovoltaica propia.
El solar se encuentra ubicado en el distrito de Usera, barrio de Orcasur, y en la zona llamada popularmente Las Carolinas. El pasado 28 de junio se firmó el acuerdo de financiación con Triodos Bank y Fiare Banca Etica por 3,3 millones de euros.
Iñaki Alonso, director del estudio arquitectónico que ha diseñado el edificio y cooperativista de Entrepatios, explica: “Desde sAtt hemos diseñado un edificio dentro de las nuevas relaciones que pensamos que tiene que establecer la arquitectura con las cuestiones sociales y medioambientales. Un edificio que no solo construya espacios, sino que también pueda construir estructuras sociales a través de una nueva relación entre lo privado y lo común”.
Para Belén Macías, cooperativista portavoz de Entrepatios, “el comienzo de la obra es un paso muy importante para nosotras. Se trata de ver cómo se concreta todo aquello en lo que hemos estado trabajando en los últimos años y ver crecer un edificio en cuyo diseño hemos participado activamente. Además, mientras dure la obra nos vamos a seguir reuniendo para pensar en cómo hacemos realidad esa otra manera de vivir en la ciudad que pretendemos y cómo gestionarla de forma colectiva”.
La dirección y el seguimiento de obra lo realiza sAtt, oficina de arquitectura social y ecológica, mientras que la dirección de ejecución y coordinación de seguridad la lleva a cabo Técnica ECO y la obra es ejecutada por la constructora GEOH, una empresa especializada en la construcción de viviendas bioclimáticas. Entrepatios también cuenta con el apoyo de Lógica’Eco, una gestora de iniciativas colectivas. Todas ellas son empresas pertenecientes al ámbito de la economía social, Mercado Social y SANNAS.
“Estamos ante la oportunidad de generar un referente físico de construcción de un edificio ecológico en derecho de uso. Es vital contar con experiencias reales que sirvan de motivación para que se puedan replicar futuras iniciativas que den lugar a un crecimiento de la propuesta. Que el proceso de obra se desarrolle correctamente también es condición para que la comunidad vea recompensado el gran esfuerzo personal que ha realizado con su participación en el proceso de diseño”, apunta Pablo Rodríguez, director de ejecución de la obra, de Técnica ECO.
Según Leo Bensadon, de Lógica´Eco, “Entrepatios es un proyecto pionero en todos sus ámbitos, en el social, en el económico y en el medioambiental. Con respecto a este último, el inicio de las obras es un paso esencial para demostrar que podemos construir viviendas de forma ecológica en la ciudad. Un paso muy simbólico, que nos permite ver por fin cómo todas las ideas debatidas y decididas en grupo van tomando forma física. Y un escaparate para que otros grupos, dentro y fuera de Entrepatios, vean que es posible hacerlo”.
Por su parte, Penélope Retamal, de GEOH Grupo Inmobiliario, señala: “Desde el primer momento teníamos claro que era un proyecto del que queríamos formar parte. Nuestro objetivo ahora es ejecutar las obras en plazo y presupuesto para entregar un edificio que sea un hogar excepcional para 17 familias que han apostado por un modo de vida alternativo o 17 hogares para una gran familia, según se mire”.
Entrepatios pretende experimentar con otros modos de vivir en la ciudad que no permitan la especulación inmobiliaria, tengan en cuenta la sostenibilidad ambiental y creen comunidad. El derecho de uso es un modelo de gestión inmobiliaria alternativo al alquiler y la compra que permite disfrutar de una vivienda, así como participar en la toma de decisiones sobre ella y su diseño, pero sin llegar a adquirirla en propiedad: la propiedad del inmueble es de la cooperativa. Este modelo, más común en países del norte de Europa o Uruguay, puede ser indefinido en el tiempo, transmitido y heredado.
Sostenibilidad, feminismo y comunidad
El ecologismo es otro pilar de este proyecto. Entrepatios-Las Carolinas ha apostado por un edificio de energía casi nula (EECN) dentro del llamado estándar Passivhaus. El fundamento de esta forma de construcción es evitar las pérdidas de calor y frío, de forma que las necesidades de climatización sean muy reducidas. Otras cuestiones también se han considerado importantes para la sostenibilidad ambiental del edificio. Es el caso de la minimización de la huella de carbono en el proceso de fabricación de los materiales. La producción de energía renovable será posible gracias a la instalación de paneles fotovoltaicos en el propio edificio. Además se pretende gestionar mejor un recurso escaso como es el agua, recogiendo lluvia y usándola para el riego y con un doble circuito de tuberías para reutilizar las aguas grises en las cisternas y/o para riego. Por último, se han incorporado materiales ecológicos, que en su fabricación tienen menos impacto ambiental, pueden ser reutilizables o integrarse en una economía circular.
Otro de los objetivos de Entrepatios es construir comunidad de vecinas y vecinos y favorecer la vida en común y el apoyo mutuo. Desde una perspectiva feminista, se trata de reconocer que todo el mundo es interdependiente, y en función de esta premisa construir los espacios físicos y sociales que hagan de esa interdependencia algo justo y placentero.
Espacios comunes
Una de las características más relevantes del edificio es el diseño de los espacios comunes, entre los que destacan los locales de la planta baja y del ático, cuyos usos principales serán de salón de reuniones (con cocina), de gestión del grupo de consumo, actividades internas y abiertas al barrio, etc. Además, en la planta sótano existirá un local con un pequeño taller y un cuarto común de lavadoras. También contará con el patio interior, un pequeño espacio de vegetación en el ático y el parking para coches compartidos y 67 bicicletas.
La certificación del Ecómetro, que valora el impacto del edificio en todo el ciclo de vida y calcula su huella de carbono, sirve de guía para conseguir una construcción innovadora.
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