Los vacíos se llenan de muchas maneras.
Pensé mientras escuchaba a Adriana que venía huyendo de una guerra. Acabábamos de hacernos la cena, a nosotros y a otros que también habían tenido que dejar sus casas huyendo de otras guerras, de otros problemas. Ya con los platos vacíos nos contaban como el tabaco engaña el vacío del estómago cuando lo único que lo llena es el hambre. De pequeños a veces se acercaban a los soldados, que tampoco tenían nada, pero al verles se apenaban y les daban lo único que les quedaba, un poco de tabaco que los aliviara.
Los vacíos se llenan de muchas maneras.
Hoy en una sala llena de personas nos cuenta una vecina la cantidad de oferta de actividades que hay en el barrio. Hay muchas actividades, tantas que apenas queda tiempo para lo político-. Nos dice. Se llena nuestro tiempo… nos entretenemos …. ¿nos entretienen?
Los vacíos se llenan de muchas maneras.
La misma vecina nos describe el mercadillo que llevan organizando ya varios años. Se llena de productos y cosas materiales que trae la gente, pero que parece que a nadie interesan. La gente viene solo para encontrarse con otras, para hacer amigos, buscar pareja .. nos dice sonriendo.
Un mercadillo que no nos entretiene, un mercadillo en el que regalamos nuestra soledad para llenar nuestros vacíos de sentido.
Dejar una Respuesta